La de "Torraccia del Piantavigna" es una historia que se remonta a principios de los años cincuenta, cuando Pierino Piantavigna plantó un pequeño viñedo en las colinas de Ghemme, cerca del castillo de Cavenago, del siglo XVII. El nombre de la bodega, acuñado muchos años después e inspirado en la apasionante vida que Pierino pasaba entre las hileras de su viñedo, deriva de la denominación "Torraccia" dada a una colina, particularmente querida por Piantavigna, de excepcional exposición y forma casi circular que se encuentra justo al norte del castillo de Cavenago. La presencia de la antigua torre del castillo, una auténtica 'torraccia' por su estado de abandono, es otro motivo del nombre de la empresa. Fue Alessandro Francoli, presidente de la destilería del mismo nombre y nieto de Pierino, quien en 1997 creó lo que hoy es una empresa reconocida en Italia y en el extranjero por la calidad de sus vinos, modernos pero absolutamente respetuosos con las tradiciones del territorio. Torraccia del Piantavigna está situada en Ghemme, en el Alto Piamonte, a los pies del Monte Rosa, una de las montañas más emblemáticas de Italia. Con una superficie de 40 hectáreas cultivadas con vides autóctonas de gran tradición como Nebbiolo, Vespolina y variedades de uva blanca según el Reglamento de Producción, la empresa vinifica, afina y embotella, directamente en sus bodegas, vinos tintos, blancos y rosados de gran calidad, entre los que destacan excelencias como Ghemme y Gattinara D.O.C.G. La actual generación al frente de la bodega aprende de la experiencia del abuelo Pierino no sólo en la elaboración de vinos de calidad y elegancia consolidadas, sino también en su aptitud para respetar y desarrollar valores esenciales como el Territorio, la Comunidad y el Medio Ambiente. Como prueba de su compromiso con la protección y preservación del medio ambiente, Torraccia del Piantavigna recibió el prestigioso premio Eco-friendly del Touring Club Italiano en 2014, 2017 y 2018. La familia Francoli sigue poseyendo, como siempre, la participación mayoritaria en Torraccia, sin embargo, desde el 1 de febrero de 2015, la propiedad ha cambiado con la entrada de la familia Ponti, también de Ghemme y propietaria de la empresa italiana del mismo nombre líder en la producción de vinagres y conservas vegetales, que ha adquirido una participación importante. Se trata sin duda de un paso lógico para la empresa, ya que la familia Ponti ha colaborado con Torraccia desde el principio, habiendo dejado la gestión de sus prestigiosos viñedos a una empresa conjunta propiedad de las dos familias.