Jean Servagnat

protagonista, y esto evidentemente no por casualidad: el terruño particularmente frío y el sustrato rico en caliza determinan las condiciones microclimáticas perfectas para la expresión óptima de esta variedad. El parque vitícola de Jean se compone de varias parcelas pequeñas (6000 m2 de media), lo que permite trabajar “de la viña a la bodega”, gestionando cada parcela por separado y potenciando así la expresión de los climas individuales. El objetivo/filosofía de Jean es, por tanto, inspirarse en los procesos de la naturaleza realizando sólo intervenciones mínimas para preservar su integridad. Incluso sin ninguna certificación real, Jean gestiona su viñedo a la par que el ecológico y más allá, aplicando métodos totalmente naturales como la “confusión sexual” para combatir los insectos no deseados o técnicas ecológicas para las plagas. En la bodega, las manipulaciones se reducen al mínimo y la tecnología sólo se utiliza para garantizar temperaturas estables durante los procesos metabólicos y de crianza, que siempre tienen lugar de forma espontánea. Así, las levaduras autóctonas presentes de forma natural en la uva aseguran la primera fermentación alcohólica y, a continuación, la flora bacteriana inducida por el control de la temperatura completa los procesos finales de fermentación y estabilización. En este marco, no puede omitirse la presencia de digno, en forma de fut o barrica, contribuyendo así a una de las expresiones más cristalinas y fascinantes del Pinot Meunier dentro de nuestra cartera.