Lheraud

Desde 1860 hasta hoy, la familia ha forjado una identidad única, arraigada en una tierra especial donde la pasión y la discreción son las consignas. Alexandre Lhéraud, que se instaló en la región de la Petite Champagne para servir al chatelain local, o guardián del castillo, fue el primero en plantar vides en su jardín. Victor, Jean, Pierre, Eugène, Rémy y Guy siguieron sus pasos. Estos hombres de temperamento fino y ética de trabajo constante ampliaron la finca y perfeccionaron su método, transmitiendo la memoria de la tierra y el cuidado del producto. Esto es lo que confiere al coñac Lhéraud su estilo singular, que utiliza el pasado para brillar en el presente.

La propiedad de Lhéraud está situada entre los viñedos que salpican las laderas a orillas del río Charente y comprende 85 hectáreas de cepas de ugni blanc, colombard y folle blanche repartidas en seis crus de coñac, principalmente en Petite Champagne. Esta tierra austera y calcárea, con estaciones bien diferenciadas, confiere al coñac una maravillosa mineralidad y longitud en boca.

En Petite Champagne, cultivamos la redondez y el aroma de violetas. En la Grande Champagne, emerge gradualmente una cualidad misteriosa. En el Fin Bois, los suelos arenosos aportan frescor y fragancia. Los coñacs Lhéraud encarnan esta diversidad.