Néret-Vély
En un principio, nada predestinaba a la familia Néret al mundo del Champagne, salvo un pequeñísimo trozo de viña de 20 ares recibido por la madre de Carole Néret como herencia.
El final de la década de 1980 marcó un periodo próspero para los viñedos de Champagne, que se encontraban en plena expansión. Se ganaron nuevas tierras para ampliar la superficie cultivada de la AOC y el número de amantes de estos vinos creció en todo el mundo. En aquella época, el padre de Carole era productor lechero en Vauchamps, en la llanura de Champaña, mientras que su madre trabajaba como contable. Pero el deseo está ahí y es juntos como el matrimonio Néret se embarca en esta loca aventura. El reto es tanto mayor cuanto que la familia no tiene la experiencia de las generaciones de viticultores anteriores. Tienen que construirlo todo ellos mismos con pocos medios y mucha perseverancia.
Desde el principio, la familia Néret quiso producir sus propios vinos y por ello decidió abandonar la cooperativa que gestionaba anteriormente las 20 áreas de viñedo heredadas de la madre de Carole. Sin embargo, se necesita algo más que unas cuantas viñas para crear una bodega desde cero. Así que alquilan superficies familiares de viñedos, compran bosques en la zona de denominación de origen que desbrozan y trabajan la tierra sin contar las horas ni el esfuerzo.
Los resultados son claramente visibles para alguien que nunca antes había producido vino. En unos diez años, el viñedo de champán de Néret Vély ha pasado de 20 ares a ¡5,5 hectáreas!
Una gama de champanes sorprendentes
En 1985, el champán Néret Vély produce sus primeras botellas con una selección confidencial de cuvées. No hay que olvidar que el objetivo es grande. A la familia le tocó autofinanciar todas las inversiones necesarias para poner en marcha una bodega desde cero y, para ello, tuvo que recurrir más de una vez a los bancos. Al final, todos estos esfuerzos dieron sus frutos para alcanzar una producción ideal de 40.000 botellas al año.
Hoy en día, la casa experimenta nuevas formas de cuidar un terruño creado con dificultad. Entre las diversas innovaciones empleadas por la familia, la más visible es sin duda la utilización de caballos para una parte del arado. Este método tradicional permite, entre otras cosas, airear el suelo mucho mejor de lo que lo haría el trabajo mecánico con un tractor.
Este laborioso trabajo de creación y mantenimiento de un viñedo implica también el perfeccionamiento del proceso de vinificación. La familia contó con la ayuda de enólogos como Sébastien Goulard, Georges Blanck o Franck Wolfe para reelaborar sus mezclas de forma diferente. Así nació la gama actual de Champagne Néret Vély, que combina especialidades enológicas y de viñedo único confidenciales con la oferta clásica de Champagne.
Mostrando los 7 resultados