Rodrigo Méndez
Rodrigo Méndez procede de una familia de viticultores de Meaño, Galicia, y pertenece a la nueva ola de viñadores centrados en la tierra. Tras culminar la puesta en valor de la bodega familiar Forjas del Salnes, un proceso que comenzó en 2003 gracias al apoyo de su paisano Raúl Pérez, en 2012 sintió la necesidad de alimentar aún más ese impulso creativo sentando las bases de un proyecto más íntimo y personal que, de hecho, lleva su nombre. Sus viñedos no son los típicos gallegos: están escondidos en la montaña, rodeados de pinares. Aquí Rodrigo cultiva cepas autóctonas gallegas y utiliza levaduras naturales para fermentarlas. Los vinos producidos en esta bodega pretenden mostrar la variedad de uva albariño bajo una luz diferente. Todos estos vinos son fermentados con sus propias levaduras autóctonas, criados en viejas tinas de madera sin control de temperatura. Así es como se ha vinificado siempre el Albariño desde el principio hasta los años 80, cuando todas las bodegas implantaron la tecnología del acero inoxidable. Hoy en día, los vinos de esta región ya no se elaboran de esta manera, y por eso los vinos de Rodrigo son tan únicos y especiales. La producción total es de unas 45.000 botellas.
La DO Rías Baixas está situada en el extremo noroccidental de la Península Ibérica, al suroeste de Galicia. Desde Finisterre hasta Baiona, el Atlántico penetra en el territorio, formando un litoral accidentado y rocoso, en el que a tramos costeros escarpados suceden amplias zonas arenosas. En estas zonas de pueblos pesqueros, playas, islas, viñedos, pazos e iglesias, el cultivo de la vid, o más concretamente del Albariño, se remonta a más de mil años. Históricamente, los viñedos eran propiedad de órdenes religiosas, que luego pasaron a manos de la nobleza gallega. No fue hasta mediados del siglo XX cuando las viñas pasaron a manos de pequeños viticultores y los albariños se extendieron por toda la zona. La DO Rías Baixas se divide en cinco subzonas: Valle de Salnés, Condado de Tea, El Rosal, Sotomayor y Ribera del Ulla. Cada una tiene características comunes en cuanto a paisaje y clima. Los viñedos se sitúan generalmente en llanuras, la altitud suele ser inferior a 300 m, están cerca del mar y a menudo en los tramos bajos de los cursos de agua. Predominan los suelos rocosos con características de granito aluvial y esquisto. El clima predominante es atlántico, con temperaturas suaves y precipitaciones elevadas. Las precipitaciones son tan importantes que Las Rías Baixas es uno de los lugares más lluviosos de Europa. El patrimonio vitivinícola de Las Rías Baixas es extenso, por lo que encontramos numerosas variedades de uva autóctonas como Caiño Tinto, Espadeiro, Loureira Tinta, Sousón o Albariño, Loureira Blanca, Treixadura y Caiño Blanco, entre otras.
Mostrando el único resultado